
José Miguel de la Cruz Rojas. Doctor en Ciencias del Deporte y CEO de JCRSports (Colegiado: 9955 COLEF CLM).
** Luis Gerardo Padrón Cabrera. Fisioterapeuta Deportivo – Biomecánico Deportivo – Doctorando de la Facultad de Ciencias de la Salud y del deporte UNIZAR. (Colegiado 1911 Colegio de Fisioterapeutas de Aragón).
Las temidas lesiones son inoportunas y nos causan muchos contratiempos en nuestra planificación de entrenamientos y competiciones. El pie es una de las zonas que menor atención recibe en nuestros programas de entrenamiento y, sin embargo, es la base desde la que parten gran cantidad de patologías que repercuten en otras zonas de nuestro cuerpo.
¿Qué haces tú para mejorar la fuerza de tus pies? ¿Conoces las diferentes patologías que puedes sufrir con la práctica del tenis? En esta ocasión, vamos a desarrollar una temática muy concreta sobre la patología que sufre el supercampeón de tenis español, Rafa Nadal, comenzando de esta manera una sección sobre las lesiones deportivas más frecuentes en el mundo del tenis.
La enfermedad de Müller Weiss o sus siglas en inglés (MWS = Müller Weiss Syndrome), es una patología, que afecta al hueso navicular del medio pié y que altera la mecánica y, por tanto, los movimientos del pie afecto, conocidas como Destrezas con Cuerpos Apoyados. El cirujano Walter Müller, fue el primero en describir este síndrome y le dio origen etiopatogénico de defecto congénito. Maceira y Rochera (2004), proponen como la etiología de la enfermedad, el retraso en la osificación del escafoides y la distribución anormal de fuerzas en el medio pie. Esta patología está catalogada como degenerativa a la
cual se le puede nombrar como una Osteocondritis del escafoides, lo que degenera en una displasia ósea del escafoides o navicular producida en la infancia, durante la época de crecimiento y conformación del pie (Núñez, Maceira y Fernández, 2007). Es altamente imperceptible al ojo de los radiólogos, por lo que es en edad adulta cuando se manifiestan completamente los síntomas, tanto el dolor como la disfunción en los apoyos (bipedestación caminata + marcha + carrera). Ese tiempo perdido en la detección y diagnóstico resultará en un aumento de la discapacidad y la disfunción en edad adulta. En las etapas iniciales de aparición a corta edad, la corriente más destacada de médicos radiólogos, incluyendo al mismo Walter Müller, situaban la etiología en una alteración estructural sufrida en la edad infantil (Wiley and Brown, 1981; De Fine Licht, 1941; Müller, 1928).
Ahora bien estamos hablando de una ubicación anatómica y topográfica del medio pie y de un hueso denominado escafoides o navicular, con una posición estratégica, enclavada en la denominada articulación de Chopart. Este hueso tiene relaciones articulares directas tanto en el retropié como en el mediopié.
La unidad funcional de tobillo y pie, puede ser analizada de forma individual en cada uno de sus componentes músculo/esqueléticos; sin embargo a la hora de hacer valoraciones e inferencias sobre el desempeño mecánico del segmento es imprescindible ver y analizar dicho segmento como una “unidad funcional”, que le da características específicas en el análisis y posteriores resultados de movilidad y que nos obliga a analizar, no solo la función en este caso del escafoides o navicular, sino que es imperativo observar y entender sus relaciones articulares y sobre todo conocer que el navicular está en el mediopié y que está conectado al sistema articular subastragalino, conformado por la cabalgadura del
astrágalo sobre el calcaneo. Este macizo óseo calcaneo/astragalino, es el timón de dirección del cuerpo durante las fases de caminata – marcha – marcha enérgica, ya que es el responsable de asumir durante la primera fase de la marcha en general denominada “choque de talón” o “rocker 1”, los vectores de fuerza de reacción desde suelo y transmitirlos a través del astrágalo en una dirección combinada; es decir, de abajo arriba + de atrás adelante.
Por lo que es una zona de constante paso de líneas de fuerza y por tanto susceptible de lesiones
repetitivas que atentarán contra su estructura e integridad funcional.
Para nuestros lectores, el caso más relevante de reporte de la enfermedad de Müller Weiss, es sin duda el sufrido por nuestro gran campeón, Rafa Nadal. Esta patología, a pesar de todas sus implicaciones de alteración de la anatomía y biomecánica del pie, no ha sido un obstáculo, al menos hasta ahora, para continuar en la pista batiendo records y acumulando victorias en el circuito mundial ATP como uno de los mejores tenistas de la historia del tenis.
Desde su diagnóstico se ha sometido a distintos protocolos de tratamiento, que fueron desde la estabilización de los apoyos, con férulas y soportes internos en el zapato, pasando por infiltraciones directas a la zona del dolor y muy recientemente después de ganar la final del Roland Garros 2022, fue sometido a procedimientos de infiltraciones intra articulares + radiofrecuencia de onda pulsátil, que logra efectos de abrasión de las terminaciones nerviosas en la zona del dolor; es decir, le durmieron el tobillo para que no sintiera el dolor que produce la patología.
Desde estas líneas hemos querido dar luz a una patología que debe detectarse desde la infancia para corregirla y ponerle solución desde sus primeros momentos de aparición. El rendimiento deportivo del jugador se puede ver afectado seriamente en su etapa adulta. La consulta y el tratamiento por personal médico, fisioterapeutas y educadores físicos deportivos especializados será de gran ayuda para todos los deportistas.
- Maceira E. Rochera R. Müller-Weiss disease: clinical and biomechanical features.
Foot Ankle Clin N Am 9. 105-125. (2004). - Núñez M. Maceira E. Fernández P. ENFERMEDAD DE MÜLLER-WEISS. Revista del Pie
y Tobillo • Tomo XXI, N.o extraordinario, abril 2007. - Wiley JJ, Brown DE. The bipartite tarsal scaphoid. J Bone Joint Surg 1981; 63B (4); 583-
6. - De Fine Licht E. On bipartite os naviculare pedis. Acta Radiol 1941; 22: 377-82.
- Müller W. Über eine typische Gestaltveränderung beim Os naviculare pedis und ihre
klinisch Bedetung. ROEFO 1928; 37: 38-41.