Por Vicente Cuairán
¿Cuál ha sido el mejor momento del año? le preguntan a Nole tras alzarse con el no1 a final de temporada por tercera vez en los últimos cuatros años. ¿El mejor momento…? “Mi boda”.
Esta es la respuesta de alguien que tiene claro que para ser feliz dentro de la pista has de serlo también fuera de ella. Alguien que ha sido capaz de entender que ser el no1 tiene mucho que ver con jugar bien al tenis pero también con saber aprender a gestionar de manera óptima tus emociones, tus pensamientos, tu diálogo interno o tu escala de valores y creencias.
Igor Cetojevic “Il Dottore” (apodo con el que le llama cariñosamente el serbio) es el psicólogo y la persona que junto al resto del equipo se ha encargado de configurar y dar sentido a una mentalidad ganadora que se basa en una idea fundamental: “Si no eres feliz fuera de la pista, no puedes serlo dentro”. La guerra ha sido un episodio fundamental en la vida del serbio y que ha marcado buena parte de su mentalidad actual en pista. «Nos despertábamos dos o tres veces cada noche por los bombardeos». «Vivíamos en el sótano de la casa de mi abuelo, junto a mis padres, mis tíos y mis hermanos durante los casi tres meses que duraron los bombardeos” Y a pesar de todo lo vivido Nole saber exprimir el lado positivo de toda esa situación como si se tratara de Guido Orefice con su hijo Giosué en la película de “La vida es Bella”. «Saco varias cosas positivas de vivir en guerra, como por ejemplo el tener más hambre de éxito». “Esos dos meses y medio nos hicieron más fuertes. Nosotros lo miramos por el lado bueno, como sólo teníamos 12 años y no estábamos obligados a ir al colegio, pensábamos: ‘Bien, ahora podemos jugar más al tenis'».
Una mentalidad ganadora en ocasiones también duda. Esto le ocurrió al Djokovic antes de ganar su último Wimbledon (2014) y tras caer en las tres finales anteriores de Grand Slam que disputó “Necesitaba ganar porque había empezado a dudar un poco”. Estas dudas y miedos las gestiona el serbio con una habilidad que diferencia a los buenos de los mejores; la enorme capacidad de resiliencia que tiene y que le permite salir todavía más reforzado de las situaciones difíciles que vive.
Ser no1 también es un cuestión relacionada con el respeto y la admiración hacia tus rivales. Es entender que ellos están ahí para hacerte un mejor tenista, para sacar tu máximo rendimiento en la pista, para que explores tus propios límites y eso el serbio lo tiene claro “Roger y Nadal me hicieron mejor tenista. Si hoy soy el número 1, si hoy gano lo que gano, es exclusivamente por ellos. Me enseñaron el camino». Una mentalidad ganadora es un proceso de aprendizaje y maduración en el que, como ha hecho el serbio, necesitas comprender quién eres y en qué te tienes que convertir tanto fuera como dentro de las pista.
No existen ni las pócimas mágicas ni las recetas secretas en el camino hacia el éxito. Cada uno es responsable de elegir su camino y sus ingredientes. Sin embargo hay puntos comunes que comparten casi todos los jugadores que alcanzan el éxito: 1. Siete ingredientes básicos: Entrega, disciplina, confianza, autoestima, optimismo, trabajo de calidad y humildad. 2. La idea de que en los grandes partidos, en los grandes torneos, nuestra mentalidad es la que marcará la diferencia.
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