
José Miguel de la Cruz Rojas es Doctor en Ciencias del Deporte y CEO de JCRSports
A lo largo de mi amplia carrera profesional he podido trabajar con grandísimos deportistas en múltiples deportes pero hay dos experiencias que me marcaron de manera especial: ser el preparador físico de Martín Landaluce y evaluar con tensiomiografía a Carlos Alcaraz.
En este artículo expondré mi experiencia profesional con estos dos magos de la raqueta que desde muy pequeños destacaban por su gran nivel.
En primer lugar, allá por la primavera de 2018, entré dentro de un proyecto de seguimiento y valoración de la Federación de Tenis de Madrid en el cual se encontraban las mejores raquetas de la región. Entre ellos, un espigado alevín llamado Martín Landaluce que apuntaba muy buenas maneras.
Tras la evaluación muscular con tensiomiografía y tras varias conversaciones con su padre, Alejandro Landaluce, comienzo a trabajar como preparador físico de Martín. La prioridad era la prevención de lesiones , el control el proceso evolutivo que se avecinaba por su edad y su ritmo madurativo por el que crecía por momentos. Para ello y como rutina de trabajo en JCRSports, necesitaba tener un mapa muscular completo de Martín y los resultados de los test de condición física dentro de mi propia batería específica para jugadores de tenis. Con todo ello y conociendo el punto de partida, planificamos de manera concienzuda toda la temporada de competición, estructurando cada bloque de microciclos en función de cada objetivo. Había que mejorar la fuerza y la explosividad sin perder de vista el control de lesiones, que le permitiera mantenerse en competición el mayor tiempo posible.
Cada semana se planificaba cada microciclo, controlando el proceso a través de la RPE diaria (percepción del esfuerzo subjetivo), variable muy relacionada con el % de la fuerza trabajada (1RM) y una herramienta de control de la carga alostática para controlar el sobreentrenamiento.
La labor de dirección y colaboración de Alejandro fue encomiable. La sincronización entre todo el equipo fue muy elevada para conseguir alcanzar todos los hitos que se llegaron a lograr en la primera temporada. Trabajo planificado, dosificación de cargas, control del proceso de entrenamiento, evaluaciones periódicas para analizar y reajustar la planificación, estrategias de recuperación post entrenamiento y competición… Las Ciencias del Deporte al servicio del Alto Rendimiento en edades tempranas. Y mucho esfuerzo y sacrificio diarios por parte de Martín. De esta manera se sentaron las bases de la primera temporada.



La segunda temporada fue de un nivel tremendo. La incidencia de lesiones era mínima. Los grandes resultados fueron llegando hasta la consecución del número 1 de Europa (Tennis Europe) y los cuartos de final en Les Petit As. El trabajo seguía siendo planificado de manera milimétrica para conseguir hacer muy bien el tapering (proceso de preparación previo a grandes competiciones) y mejorar los procesos de recuperación. En el verano de 2020 terminó mi relación profesional con Martín al firmar por la Rafa Nadal Academy. Sólo tengo palabras de agradecimiento a la familia Landaluce Lacambra por la oportunidad de entrenar a Martín y por la confianza que depositaron en mí. Le deseo los mayores éxitos que ya están
comenzando a llegar.
Trabajo con Carlos Alcaraz
Por último, en el verano de 2020, estando dentro del programa de evaluación de Alto Rendimiento de la Facultad de Ciencias del Deporte de Toledo, comenzamos a colaborar con la academia de tenis Equelite. Mi labor se basaba en realizar evaluaciones musculares con protocolo específico de tenis a los mejores jugadores de la academia, entre ellos, un jovencísimo Carlos Alcaraz, que ya estaba ganando partidos a jugadores Top-100. El staff técnico tenía la preocupación de una mayor incidencia de lesiones por un nivel tan elevado a tan temprana edad.
Los resultados de dicha evaluación dieron un nivel de explosividad fuera de lo normal para su edad, con niveles de simetrías laterales y funcionales elevadísimos y un desarrollo muscular prominente para su corta edad. El objetivo era aportar valoraciones musculares objetivas que permitieran al staff técnico realizar programaciones específicas para cada jugador. De esta manera, la planificación sería como hacerle un traje a medida a cada tenista.
Los resultados han ido corroborando su gran explosión tenística, siendo el número 1 del mundo más joven de la historia en llegar a la cima mundial del tenis ATP.
Como conclusión, cuando un profesional estudia y se forma para trabajar en Alto Rendimiento siempre sueña con poder tener la oportunidad de trabajar con jugadores de este nivel. Los mimbres ya se detectan a edades tempranas. Lo más importante es planificar el trabajo sin quemar etapas de manera prematura, entrenar con la tranquilidad de alcanzar los objetivos a medio y largo plazo y el entorno tiene un papel vital para alcanzar estas cotas tan elevadas.
El tenis español estará en la cima por muchos años. Carlos y Martín lo están demostrando.