GeneralOtra mirada al tenis

Los padres ansiosos y nerviosos, por Jorge Mir

Jorge Mir, director de tenis del RSC Jolaseta, recupera su espacio en industriadeltenis.com para hablar sobre los padres de los tenistas, un tema recurrente que necesita de ser estudiado con detenimiento. 

A todos nos gustaría que nuestros hijos llegasen a los más alto de la clasificación, pero son muy pocos los que lo consiguen, y como todo en la vida, son aquellos que lo hacen los que tienen algo especial que el resto no tenemos.

Hay 300 millones de personas que juegan al tenis y tenemos miles de academias, clubes y federaciones en todo el mundo entrenando cada día a los niños/a desde los 8 hasta los 16 años.

Son más de 30 años dedicándome a la enseñanza del tenis y la ansiedad y el nerviosismo de algunos padres es brutal, y se ve reflejada con sus comportamientos en los entrenamientos y torneos.

Algunos padres nerviosos suelen decir esta frase a los profesores: “es una critica constructiva no te lo tomes a mal, pero si haces esto …… va a mejorar la escuela. Yo te lo comento por ayudar.”

No sé hasta qué punto esto ocurrirá en el resto de profesiones, pero ¿veríais con sentido que un profesional del tenis aconsejara sobre arquitectura, medicina, derecho… al profesional de ese ámbito que tuviera delante?

A mí, sinceramente, me parece una falta de respeto, ya no por el intrusismo laboral, sino por el resto de alumnos, porque esos consejos van dirigidos única y exclusivamente para favorecer el interés del hijo y no de la escuela.

Por tanto, me encantaría por el bien de sus hijos y del tenis que esos padres ansiosos y nerviosos se relajaran y se tomaran los entrenamientos y torneos como cuando un niño desde los 8 hasta los 16 años acude al colegio.

Por ejemplo, un día de colegio generalmente suele ser algo así:

Les vemos en el desayuno antes de salir de casa y les deseamos que tengan un buen día, les decimos que se concentren en las explicaciones del profesor y que les volveremos a ver por la tarde.

La preocupación de los padres cuando nuestro hijos están estudiando es alta pero a la vez relajada, no les vemos en los recreos, ni en la clase cuando el profesor les explica las lecciones, ni les vemos hacer los exámenes.

El padre del estudiante habla lo necesario de los estudios y no está ansioso por quemar etapas rápidamente, entiende que es un proceso normal de aprendizaje.
Sin embargo, un día de entrenamiento o torneo en el club para estos mismos padres suele ser lo siguiente:

Les vemos en el desayuno y le preguntamos:

Si es torneo: “¿Estás despierto?, desayuna fuerte, actívate ya, ¿las raquetas están todas encordadas? con el que juegas falla mucho de derecha, mira las bolas bien y canta cuando vayan fuera, llama al arbitro si ves que te roba bolas, llévate agua a la pista, no te pongas nervioso, la toalla para secarte. Vamos rápido que tenemos que llegar los primeros”, y así sin parar…

Si es entrenamiento: “¿Estás despierto?, desayuna fuerte, actívate ya, ¿las raquetas están todas encordadas? Dile al profesor que te ponga en la pista con ….., quiero verte centrado, estaré toda la hora viendo el entrenamiento. No pierdas un minuto. Ojalá te pueda entrenar el profesor A ya que B es muy flojo. Dile que necesitas hacer más servicios, que te busque partidos amistoso para el domingo”, y así mil cosas.

El padre del tenista no para de hablar de tenis todo el día y está ansioso por quemar etapas rápidamente. Quiere un Nadal o un Federer cuanto antes.
Es abrumador saber que hay más de 300 millones de practicantes de tenis y solo llegan a lo más alto del ranking unos pocos que puedan vivir de él.

Por tal motivo en esas edades tan tempranas (8-16 años) ver a los padres con esa preocupación y ansiedad en los torneos me preocupa muchísimo, porque tal presión y ese estilo educativo autoritario respecto a este deporte, seguramente, sea el principal motivo del fracaso.

Es mediante el talento natural, buenos entrenamientos y una preparación psicológica y personal adecuada que los éxitos deportivos llegan con el paso de los años.

Por eso, recomiendo que cuando tengamos un hijo/a que quiera ser tenista profesional, lo más importante es sentir juntos la gratificación de los pequeños avances, y verlos competir sin prisas y nervios, porque todo tiene que ser lo mas natural posible para que al menos, si no se llega alto, quede un buen recuerdo y la satisfacción personal de al menos haber participado de este deporte.

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4 comentarios

  1. Es muy difícil ser profeta en tu tierra. Jorge en Bilbao te queremos porque eres buena persona y excelente profesional.
    Lo que comentas de los padres pues no me sorprende, proyectan sobre los hijos su propia personalidad, tanto más irracional cuanto mas emocional sea, se atreven a opinar de algo que desconocen y lo que es peor dan consejos a un experto sobre su propia especialidad….. Cuanto más aconseja más se pone en evidencia…. Yo he visto a padres con su mejor intención acabar con la afición de los hijos…
    Pero sí, la gestión de los padres ansiosos es una actividad que supongo cada vez más frecuente…., habrá que imputar en las clases de los chicos el coste de un psicólogo para los padres, incluso hacerles un test (a los padres) antes de admitir a los hijos y en su caso informarles y formarles sobre su comportamiento dejándoles un sitio web para que expongan sus propuestas.

    Bien visto Jorge!!!!!!

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