
*Peter Cano es presidente de la Federación Cántabra de Tenis
El Tenis precisa de un análisis DAFO, profundo, sincero y sin miedos, que profundice en sus Debilidades y Amenazas, así como, sus Fortalezas y Oportunidades, las que se tratarán en otro momento junto a un análisis CAME (Corregir, Afrontar, Mantener, Explotar) y todo ello con una única línea roja infranqueable trazada donde comienzan su idiosincrasia, su esencia, sus valores y principios y por
supuesto, la legalidad y la honestidad.
DEBILIDADES
1. Desequilibrios de poder
2. Ejemplaridad jerárquica
3. Transparencia sin consolidar
4. Guerras intestinas
5. Pusilanimidad directiva
6. Inmediatez e improvisación
7. Objetivos comunes subjetivados
8. Disgregación de fuerzas
9. Utilización personalista de las instituciones
10. Fiscalidad
11. Sin regulación y valoración del profesorado
12. El 95% de nuestra industria vive del Tenis, pero solo el 5%, lo hace por y para él.
13. Estructura medio ambiental.
14. Trato deportivo desigual en escuelas/clubs
15. Disminución del Capital Humano
16. Devaluación del tenis de ocio y/u ocasional
17. Infraestructuras materiales y económicas.
18. Base de la pirámide y su consolidación
19. Falta de concienciación y colaboración Estatal
20. Sin medios para los aspirantes a profesionales
21. La nula o escasa inserción y enraizamiento de todas las capas sociales.
22. La no ratificación de nuestra idiosincrasia
AMENAZAS
1. Control en la sombra de Lobbies de interés
2. Descredito Institucional
3. Falta de credibilidad y de Sponsors
4. Inestabilidad y debilidad del sistema.
5. Subordinación a micro intereses
6. Errores e inseguridad
7. Hartazgo y deserción del resto
8. Debilidad de ejecución/realización
9. Socavamiento de su credibilidad
10. Falta de desarrollo de clubs y escuelas
11. Intrusismo y desprestigio
12. Insuficiente aportación con el déficit y las consecuencias que conlleva.
13. Costes de adaptación al inminente futuro
14. Propensión a otras alternativas.
15. Limitación del horizonte futuro
16. Reducción del espectro de aportación
17. Sin medios de asentamiento y desarrollo
18. Disminución exponencial del crecimiento
19. Precariedad de recursos
20. Deportes con menor coste o más ayuda
21. Perdida de capital humano en beneficio de otras actividades
22. Adoptar lo de terceros
Cada debilidad y amenaza precisa de un sesudo y minucioso estudio por parte de personas realmente cualificadas, tecnócratas no burócratas, donde se analice y valore en su justo grado de trascendencia toda la problemática enumerada, así como aquella que pudiera producirse, para de esta forma poder anticipar acontecimientos y poner los medios y recursos necesarios para contrarrestarles o minimizarlos. Lo que ha de verse complementado con un programa destinado a potenciar al máximo las fortalezas y a rentabilizar las oportunidades que de ellas se derivan. Todo ello, en su conjunto, permitirá que el Tenis vuelva a ser el Honor del deporte, algo que nunca debió de dejar de ser.
Salgo un instante de lo general y me adentro en lo particular. En España, en crisis tenistica, tenemos, no solo, el Honor y el orgullo de contar con el mejor jugador de la Historia, sino el reto de darle continuidad y no me refiero al imposible de reemplazarle, pero si al de crear, desarrollar y solidificar estructuras que viabilicen la obtención de Tenistas como Muguruza, Alcaraz, Suarez, Ferrer, Verdasco, Sorribes, F. López, Badosa, Carreño, Bolsova, Bautista, Georgina F. O de Técnicos ejemplares: Cáscales, Nadal, Budo, Sánchez Vicario, Medina, Moya, Bruguera, Costa, Mediero, Porta, Mancisidor. S. Sánchez, etc. Y por supuesto, las grandes y pequeñas Escuelas que acogen, fomentan y divulgan el Tenis como deporte para la vida y de donde ha de salir el tenis de portada.
Retomo la exposición. No yerro si afirmo que la sociedad mundial vive tiempos de mediocridad, oscurantismo, carencia de valores y principios y en los que poco más importa que satisfacer las pulsiones más primarias del individuo. Tiempos en los que se combate en guerras inexistentes, repletas de falsas y/o adulteradas causas y siempre a través de palabras huecas, frases aprendidas que reiteradamente mal
empleadas han acabado por estar vacías de significado, así como, de homéricos cantos de sirena en forma de estériles promesas. Todo ello, con un único fin, el de parecer, que no el de ser, el que aporta algo a su sociedad y a un mundo en quiebra moral y conceptual en el que casi todo es artificial y carente de sacrifico y Alma, es decir de espiritualidad y no hablo de religión, que también, sino de esa fuerza interior que te hacia vivir, combatir y ¿por qué no?, morir por una idea, creencia, sueño, palabra y/o principio.
Ahí está el ejemplo de Jesucristo y los cristianos por la fé, a Gandhi por la libertad de la India, a Martin Luther King por los derechos civiles, a Nelson Mandela por erradicar el apartheid, a Malala Yousafzai por los derechos de las niñas o, al Rey Leónidas I cuando en el 480 a.C. y junto a sus 300 espartanos y 700 tespios se situó en las Termópilas, un estrecho paso natural de Tesalia, situado entre el mar Maliaco y el monte Calidromo. Todos ellos anidaban un único propósito, este fue, defender con su vida una idea, un concepto de civilización y unas raíces. Sus opciones eran y fueron nulas, ya que se enfrentaban a los 200.000 soldados de Jerjes y a un traidor. Efialtes, el cual no decidió el desenlace, pero si lo adelantó. Sin embargo, esa inicial derrota y ¿estéril sacrificio?, supuso, tan solo un año después, no solo la victoria helena en las batallas de Salamina, Micala y Platea y con ello el triunfo definitivo en las segundas guerras Médicas, sino que las ciudades estado griegas se uniesen en un fin común, lo que permitió a la postre, que occidente sea lo que ha sido durante siglos y mucho de lo poco que queda de aquello que fue.
He citado este pasaje histórico para extraer cuatro conclusiones y otras tantas preguntas, estas son:
1. El bien del mundo habitualmente es salvado por los principios indómitos de una minoría que han de luchar no sólo contra la lógica y lo aconsejable, sino que han de hacerlo incluso contra los que al final han de salvar.
2. La derrota bien utilizada seguramente se convertirá en una posterior y trascendente victoria.
3. Si las convicciones del Ser Humano son más fuertes que sus miedos y pulsiones, nada es imposible.
4. Hay ocasiones en las que hay que perder el presente para ganar el futuro.
Las preguntas:
a. ¿Vamos a permitir que luchas intestinas por incrementar y garantizar subjetivos intereses nos enfrenten y dividan debilitándonos hasta bordear la extinción?
b. ¿Vamos a continuar traicionando nuestra historia?
c. ¿Vamos a permitir que los sueños de miles de niños se vean truncados y convertidos en pesadillas?
d. ¿Consentiremos que la pereza, el conformismo, el miedo a la perdida de una ficticia tranquilidad y un grupúsculo amoral de acólitos nos conviertan en lo que no somos, pero sí vislumbramos?
Sabemos o debemos saber, a qué y a quienes nos enfrentamos, por supuesto que hay que contar con un intencionado o inintencionado Efialtes, siempre hay como mínimo uno, pero eso no puede, ni debe justificar nuestro desistimiento, estamos obligados moralmente a luchar y vencer para mantener nuestro mundo, sus raíces, sus esencias y no permitir que diferentes Jerjes, léase, subjetivos y oscuros protagonismos unidos a inconfesables intereses y/o incapacidades, nos lleven a la extinción o al ostracismo
TENIS, somos TENIS. Reflexionemos sobre lo siguiente:
✓ El Tenis en su génesis conceptual es el antídoto, la antítesis de los preceptos maquiavélicos y sin embargo llevamos demasiado tiempo permitiendo que esos preceptos reinen en la trastienda de nuestro mundo.
✓ Es donde respeto y justicia siempre prevalecieron, hasta qué en una oscura noche sin fecha ni escenario, unos anónimos Bruto y Casio, actualizaron las inmortales causas de aquel “idus de marzo” del 44 a. C, donde, la conspiración, la mentira, la muerte, el asesinato, el odio a la meritocracia, la traición, el rencor, los celos, el ansia de poder y de prebendas, todo ello, fue justificado con el disfraz de un interés superior. El de la mayoría.
✓ Somos el deporte cuya base de desarrollo son los principios, los valores, la educación, la elegancia ética, el ejemplo, la equidad y la justicia moral y donde los comportamientos Creontenianos sobran.
✓ La pureza en el bien nos definió, pero hemos adoptado también al mal. Dejemos al Macbeth de Shakespeare como referente de lo evitable y por supuesto como la maravillosa obra en la que como ninguna se plasma el lado más tenebroso y pervertible de la naturaleza humana. Somos herederos de la riqueza estoica de Seneca y Marco Aurelio, así como, de la belleza poética de Kipling.
Con su permiso, voy a liberar a uno de mis fantasmas, lo que les hará más fácil comprender las conclusiones. En la bellísima ciudad de Praga, hará 20 años el 12 de octubre, rompí con el que en ese momento era mi presente y la base de mi futuro profesional. Principios y valores me eran a diario cuestionados y puestos a prueba o así lo sentí. Dejé de creer en quien se supone debía hacerlo, no coincidía con casi nada ni nadie y dado que no quería ser cómplice silencioso y ciego de lo que era obvio que el poder establecido y no ejemplar iba a provocar, tomé la nunca lamentada decisión de desaparecer rompiendo todo lazo, todo nexo con aquella buena vida y aquellas buenas gentes.
Estaba claro que me habían educado para un mundo que ya no existía. Damas y caballeros se me ocurren cinco opciones. Validas, sólo las dos primeras. Estas son:
1. Desnudar nuestra Alma de tenistas y marchar a las Termópilas sacrificando determinado “presente” para ganar el futuro.
2. Hacer como el pragmático apóstata y nunca arrepentido de Peter Cano. Es sencillo, consiste en encontrar un cementerio de elefantes desde donde y a modo de anónimo y maldiciente espectador ver la degradación, cuando no, el apocalipsis del Tenis. Sabiendo, eso sí, que conocía el final.
3. Esperar a que los más de un Efialtes unidos a los medos oportunistas nos destruyan.
4. Esperar a un Fausto Tenistico que esté dispuesto a negociar con Mefistófeles
5. Orar para que el Hacedor guste de nuestro deporte y realice el milagro. No soy el Hacedor, tampoco he sido, ni seré Jerjes, Efialtes y/o Fausto y con respecto a Leónidas, nunca encontré 300 espartanos con los que defender esa idea y cultura por la qué si estuve dispuesto a luchar y morir conceptualmente hablando, motivo por el cual, sólo soy Peter Cano, es decir, nadie.
ALEA IACTA EST