


El pasado fin de semana, terminó con éxito la 1ª edición de la Laver Cup. Una inédita competición por equipos que reunió a casi toda la “plana mayor” del TENIS mundial, actual y de la historia viva de la raqueta. Después de la fase de enfriamiento propia del paso de una semana, quedan aún en el ambiente ciertas conclusiones que no deben pasar desapercibidas. Si queremos hacer que el TENIS que nos damos entre todos siga creciendo, partiendo de la base de que se ha intentado ir mucho más allá de un simple torneo de exhibición, debemos profundizar en lo que pasó en Praga.
La idea de poner a McEnroe y Borg como capitanes, así como el propio nombre de la Competición en honor a Rod Laver, ya es claro indicador de un cambio en las formas, buscando aunar lo mejor del pasado con lo actual y con el futuro. La historia está para no caer en los mismos errores y en el deporte, en ocasiones, sucede lo mismo.
La supresión del tercer set, por un super tie-break también ayuda de cara a los medios de comunicación y al espectador. Al igual que la producción por parte de las televisiones, incluyendo nuevas técnicas mucho más atractivas, sobre todo en los tiempos de descanso. La pista de color gris, junto con los juegos de luces del O2 Arena de Praga, permitió una mejor visibilidad. Creaba una atmósfera distinta .
Los jugadores, al unirse por equipos, también dieron una lección de hacia dónde deberíamos ir con la competición. Sobre todo con los jugadores en formación, con los más pequeños. Ver a Nadal y Federer, jugando un dobles, chocándola… habla por sí mismo. Las competiciones por
equipos, sobre todo en la base, lo hacen mucho más divertido , potencian el aprendizaje y el desarrollo de la inteligencia emocional. Les permiten crecer como PERSONAS. Evidentemente, sin dejar de lado los Torneos individuales, ya que también son parte importante de su formación.
Comentarios como “ese chaval es demasiado bueno, no llegará nunca…”, “esa chica juega bien, pero es demasiado buena…”, todos en alguna ocasión lo hemos escuchado alguna vez. En esta 1ª edición de la Laver Cup se tiró por tierra este “mito”, pudiendo disfrutar de auténticos TITANES del tenis actual, todo en un clima respetuoso, por momentos divertido, consiguiendo llegar a EMOCIONAR a espectadores y jugadores. Estoy convencido que se crearon sinergias entre jugadores y entrenadores desconocidas para ellos en el día a día de los Torneos. Sólo puede tener transferencias positivas.
Podríamos concluir que el actual formato de Copa Davis, organizada por la ITF, que se mantiene desde inicios del siglo XX, debiera cuanto menos replantearse. En mi humilde opinión. El calendario, los cambios en la superficie de las pistas, cambios de altitud a nivel del mar, la hacen muchas veces incompatible con la presencia de algunos jugadores que lleven una mínima planificación para la temporada. Poder otorgar puntos ATP también ayudaría. Establecer una única “sede” dada año para celebrar la Copa Davis y concentrarlo en una o 2 semanas, podría volver a posicionar a la Copa Davis donde merece.
La idea de potenciar las competiciones por equipos y trabajar en VALORES con los jugadores en formación, tras este evento, queda aún más reforzada y evidencia que “si se quiere, se puede”. Sería bueno para ello salir de nuestra “zona de confort” y buscar nuevas posibilidades, desde el TENIS BASE a la ALTA COMPETICIÓN. Todos podemos aportar en esto, de una forma u otra. Aquí ha sido Federer y su agencia. Habrá cosas que mejorar, pero es un inicio. El año próximo en Chicago, la 2ª edición de la Laver Cup. Seguro que con “novedades”. Decía Albert Einstein que “el mundo que hemos creado es un proceso de nuestro pensamiento. No puede ser cambiado sin cambiar nuestro pensamiento”. Lo podemos aplicar a nuestro TENIS, a lo que entendemos por competición, a lo que entendemos por Tenis Base, a nuestra vida.
Fenomenal articulo, excelente análisis, con el que no puedo estar más de acuerdo. La imagen de «grandes rivales» jugando juntos es un gran ejemplo para l@s niñ@s que empiezan y, en los tiempos que vivimos, para todo el mundo. Felicidades Lolo