

Periodista deportivo. Madrid. Aquí, reportajes y entrevistas desgranando la actualidad tenística.
Siguiendo la ATP, la WTA… Y la ITF
Es uno de los grandes momentos del año. Costa oeste de Estados Unidos, Estado de California, a dos horas de Los Ángeles, ciudad de Indian Wells. Complejo deportivo Indian Wells Tennis Garden con 29 pistas de tenis. Allí, en la primera quincena de marzo (sin pandemias que lo impidan) se disputa el primer Masters 1000 y WTA Premier Mandatory (ahora WTA 1000) de la temporada. Es, tras el Abierto de Australia, el segundo gran momento del año. Y puede vivir un cambio en la cima de la ATP.
No es un Grand Slam pero es, en los circuitos ordinarios, lo más parecido a un Major. De hecho, es más complicado entrar a su cuadro final que al de un Grand Slam. En los cuatro grandes torneos se clasifican directamente los 128 mejores del mundo. Las fases previas son de 48 tenistas. En torno al top200 largo forman parte de un Major. En Indian Wells (y podemos incluir también a Miami) ambos cuadros principales se cerraron sin alcanzar el top100.
Muchos puntos que permiten grandes cambios
Con estos ingredientes, es un torneo propicio para poner en juego muchas posiciones en la clasificación. Y más aún teniendo en cuenta la concentración de esfuerzos que, en las últimas temporadas, hemos visto en los Grand Slam. En 2023 será la segunda ocasión (2021) desde 2000 en que ningún miembro del Big3: Federer retirado, Nadal en proceso de recuperación con vistas a la temporada de tierra y Djokovic sin poder entrar en Estados Unidos al no estar vacunado.
Y es precisamente la ausencia de Djokovic (que no pisa el desierto californiano en post-pandemia), la que permite que pueda existir un cambio en el número uno ATP. El serbio recuperó la posición de privilegio tras ganar su 22º Major y 10º Abierto de Australia, en detrimento de Carlos Alcaraz.
En este periodo Novak ha alcanzado el récord absoluto individual de semanas en el número uno superando las 377 semanas de Stefi Graff. La llegada de Indian Wells, sus 1000 puntos al campeón y la conocida ausencia de Djokovic por negarse a vacunarse propician un escenario de posible cambio de líder ATP.
El título pero sólo el título
Las matemáticas en el desierto californiano son paradójicas: lo más simples y lo más complicadas posibles. Simples: ganar el título da el número uno. Complicadas: solo ganar el título da el número uno. Novak Djokovic suma 7.160 puntos. Carlos Alcaraz acumula 6.780. Son 380 puntos de distancia a los que hay que sumar los 360 de las semifinales de 2022, lo que suma 740. Es una distancia que solo puede salvarse en un Masters 1000, en las Finales y en un Grand Slam, con las circunstancias actuales.
Djokovic ni sumará ni restará. No defiende nada ni juega el torneo. Es un mero espectador. Alcaraz defiende las semifinales de 2022 (cedió ante Nadal), 360 puntos. Su margen de suma son 640 puntos y le permiten pensar en el número uno, pero restringiéndolo a un solo resultado: el título.
Igual que le ocurrió a Novak en Melbourne, donde el título le daba (y le dio, de hecho) el número uno de vuelta, le puede ocurrir a Carlitos en Indian Wells: ganar el título de devuelve a la cima. En caso de no lograr el título, la oportunidad ya no regresará hasta la gira de tierra. En Miami, aunque Djokovic no jugase y Alcaraz sea campeón, el serbio no perdería un punto (al igual que en California, no juega desde 2019) y el murciano no sumaría nada (defiende el que fue su primer título de Masters 1000).
Mirando un paso más allá. De ganar Indian Wells y recuperar la posición de privilegio ATP, la diferencia sería de 260 puntos lo que supone que el murciano estará obligado a ganar Miami para mantener el número uno.