


Hace muchos años en mi afán de descubrir mundo, adquirir conocimientos y formarme a travésde experiencias propias, tuve la suerte, quizá debido a mi pseudo síndrome de Stendhal, de descubrir que hay lugares en el mundo: Galería Ufficci, Avda. de los Justos, Capilla Sixtina.
Petra, Guiza, Bergen Belsen, Angkor, Roma, Wisteria, Hermitage, entre otros, que tienen Alma. Son lugares que desprenden imágenes, olores, voces y sonidos. Lugares que te hablan, que trasmiten sentimientos y que tras el privilegio de haber “vivido su razón de ser” te cambian
para siempre al hacerte comprender lo que, de otra forma, rara vez entenderías en su totalidad.
En este caso hablo del cementerio de Evergreen en Gettysburg. En él escuche por segunda vez en mi vida los gritos del silencio. Me vi inmerso a modo de protegido espectador en una batalla donde el ruido de disparos y sables se confundían con los gritos de dolor y auxilio, todo mezclado con un perceptible olor a miedo, sudor, sangre y muerte ajena. Sin embargo, todo quedo repentinamente eclipsado por una imagen, la de Abraham Lincoln, cuya voz se alzó de manera ensordecedora durante escasamente los 2 minutos que utilizó para pronunciar las 240 palabras más trascendentes de la historia de la democracia y sentar las bases de cualquier tipo de sociedad que se precie de libre y justa. No siendo excepción la del Tenis.
Prácticamente 100 años después, Martin Luther King Jr., en la explanada del capitolio pronunció un discurso que pasó a la historia por su trascendencia, que no por su brillantez, opinión subjetiva, y por una frase «I have a dream» = «Tengo un sueño»
Dos acontecimientos unidos por un mismo objetivo que me hacen recordar que yo también tuve sueños. Es más, alguno aún sobrevive y si, recuerdo con claridad que soñé que:
• La clase dirigente/directiva del Tenis, jamás decepciona a sus miembros, ya que siempre antepondremos el bien general, el honor individual y colectivo, al cargo y los privilegios.
• Nunca cedemos a métodos reñidos con la democracia, la honestidad y la ética. Es decir, no nos sobra inmoralidad.
• Como Protágoras indicó, toda sociedad, incluido el tenis, ha de regirse únicamente por las Leyes, las cuales, sirven para domar/controlar al poder establecido y ser garante de evolución. De no ser así, los gobernados sólo podrán ser esclavos y enemigos naturales de quien
los gobierna.
• No soy un experimento de Paulov o Skinner, por lo que mi aportación, mi trascendencia y mi libertad no consisten únicamente en votar cada 4 años. Sino al proceso existente entre un primer y un subsiguiente proceso electoral. De otra forma mi libertad, es una libertad condicionada.
• Disfrutaba de una paz tenistico social creada y desarrollada desde la justicia y la equidad y nunca comprada o sobornada.
• Las decisiones adoptadas son hijas de lo empírico, del conocimiento y del argumento y no del área geográfica del que proviene y/o de los intereses que conllevan.
• Todo el que accede a un puesto es para mejorar la institución y no para obtener beneficio de ella
• En el Tenis la palabra «comisión/es» nunca es alusiva a su quinta acepción.
• Sólo las personas provistas de ética y valía ocupan y ejercen los puestos de trascendencia. Es decir, la meritocracia reina.
• Las guerras intestinas son reemplazadas por amplios y fructíferos diálogos en los que brilla la excelencia del consenso no prostituido y si razonado y argumentando, y todo ello, sin que el interés/beneficio subjetivo tengan peso alguno.
• Los monitores, entrenadores y profesores, al igual que el resto de componentes de los diferentes estamentos del Tenis disfrutan de un reconocimiento socio-deportivoeconómico-laboral acorde a su estatus técnico.
• Todos, subjetivismos, intereses y animadversiones personales y/o grupales al margen, trabajamos unidos por el bien del Tenis y que las rivalidades son tan tenísticas, léase éticas y morales, que se circunscriben a ver quién es el que aporta la mejor y más honesta idea, y no en quién obtiene mayor rentabilidad personal.
• La base de la pirámide del Tenis cada día es más amplia y sólida. Y en ella los tenistas no sólo hallan esparcimiento, sino unos principios y valores netamente diferenciadores que trasladados a su vida diaria les hace sobresalir.
• Que ningún niño tenista, genérico masculino, es guiado por las frustraciones y los utópicos sueños de su entorno, así como, por la codicia del desalmado de turno.
• Aragoneses, gallegos, andaluces, baleares, canarios, ceutís, melillenses, extremeños, catalanes, murcianos, valencianos, castellanos leoneses, castellanos manchegos, vascos, navarros, riojanos, asturianos, madrileños, cántabros no sólo convivimos en igualdad, sino que caminamos unidos en pos de un fin común, este es, engrandecer el Tenis Español
• Todo lo anterior es una realidad incuestionable.
Pasados 157 años, Lincoln recordaría con dolor a los más de 50.000 muertos de la batalla de Gettysburg por la libertad y la igualdad y Luther King caería en la cuenta de que la discriminación no se fija tanto en el color de la piel, como si en la capacidad de rentabilizar al individuo seleccionado. Pero tanto ellos como nosotros podemos constatar que los sueños no se cumplen como los sueñas porque lo cierto es que los sueños…. Calderón, por favor corrígeme si yerro, solo y únicamente, sueños son.
Por cierto, también soñé que nunca iba a escribir este artículo.