
Nadie hubiera imaginado que este 2020 sería de esta manera. El horror de esta crisis sanitaria, las consecuencias de la crisis económica que vendrá, el encerramiento obligatorio durante más de 2 meses en casa. CoVid-19 nos ha golpeado a todos como sociedad, a unos de manera más dura y cruel que a otros… Todos hemos tenido que afrontar nuestro propio reto personal estos días, y por mi situación me considero una privilegiada.
Este confinamiento lo he pasado en Valencia, la primera semana sola y el resto con una compañera de academia. Toda mi familia estaba en Murcia, sana, y han hecho siempre lo posible por que los sintiera cerca. Mis días se dividían en dos partes. Primero, entrenar y seguir con mis estudios de Psicología. Tras ello, cocinar, estar conectada con los míos, escuchar mucha música, bailar, y como nuevo hobby, pintar. Pero con un matiz diferente: recreándome en ello, sin prisa, disfrutando del proceso, haciéndolo por mí y para mí. Cuando el horizonte es incierto y no sabemos cuántos días más quedan por delante, hay que cambiar el chip. Pensar día a día, ponerte pequeños retos diarios, cambiar rutinas o hacer cosas creativas, solo porque sí. Ese tipo de cosas que en nuestra frenética normalidad nunca podemos hacer. Yo intentaba despertarme todas las mañanas con la ilusión de ‘’a ver que me depara el día de hoy’’… sin mirar más allá.
Sinceramente, como tenista, he desconectado bastante del circuito, de la ITF, de hipótesis de vuelta o no. Pensar sobre ello me agobiaba. Me pasó algo parecido cuando el año pasado cambiaron los rankings y las estructuras de los torneos. ¿Quién sabe qué va a pasar? ¿Por cuánto tiempo? No quería perder energía en ello, prefiero centrarme en lo que puedo controlar. Sólo tenía un objetivo claro en mi mente, matarme a trabajar cada día para que al volver a golpear una pelota estar lo mejor posible. Y después de 3 semanas de entrenamiento de vuelta en pista, puedo decir que me encuentro físicamente en uno de mis mejores momentos y con una ilusión fresca y renovada por jugar.
Todos estamos recuperando la normalidad poco a poco, nosotros empezaremos a competir en julio, y lo estamos deseando. Yo venía de una etapa no muy buena antes del encerramiento y creo que puedo decir que he salido reforzada. Pero esto aún no ha acabado, el virus sigue ahí afuera y no nos podemos relajar. Es importante que esto que ha pasado no sea en vano, que este aprendizaje se quede con nosotros. En las situaciones límite, es cuándo realmente se demuestra de qué está hecho cada uno. Qué es importante para nosotros, y cuánto estamos dispuestos a luchar por ello.
Mucho ánimo a todos