
Hay un tema que recurrentemente me preocupa abordar con los padres pero que cuesta mucho hacer entender. Se trata de las prisas por hacer competir a un niño que recién comienza a practicar el deporte.El Tenis es una disciplina compleja, un jugador se encuentra solo en la pista y tiene que tomar sus propias decisiones con el agravante de que hay un rival del otro lado con el mismo objetivo: ganar el partido.
Pues tengamos en cuenta que esta situación la debe enfrentar un niño de 7-8 años. Sin experiencia previa, sin tener conocimiento total de las reglas, teniendo que jugar en la misma pista que utilizan los adultos, que se le hace inmensa y una red que le parece enorme. Ahora este chico deberá competir contra otro que a veces es 1 o 2 años más grande.
Cuando era pequeño recuerdo que a veces jugábamos a Fútbol 3 vs 3 en un campo grande ( si, el mismo de los adultos de 11 vs 11) y no parábamos de correr como animales sueltos. La diferencia entre una y otra situación es que nosotros JUGÁBAMOS ( en el más completo sentido de la palabra) y estos chicos están COMPITIENDO.
Esto implica que una vez sabido el horario del match durante el fin de semana, los padres (muchas veces sin advertirlo) comiencen a generar una atmósfera de tensión con los preparativos, arreglos de horarios familiares, darle demasiada trascendencia al partido ¨es que es su primer torneo!¨. Para esto se viste al chico con su ropa más nueva (y cara), se prepara la cámara de video y (peor aún) se invita a sus abuelos a que lo vean jugar.
¿Como puede reaccionar un niño de esa tan corta edad si aparte su rival le mete una paliza?
¿Qué ocurre cuando a ese niño y a muchísimos otros más, se los hace jugar torneo tras torneo sin estar preparados ni física, mental o técnicamente?
Lo peor es guiarse por lo que hacen los demás. Si un padre ve que en otros clubs los niños de esa edad entran en Campeonatos, no querrá que su hijo pierda el tren, ¨porque los demás sumarán experiencia y puntos de ránking y esa ventaja no queremos darla¨.
Insisto con algo que menciono siempre, los Entrenadores somos MUY responsables por permitir que estas cosas ocurran y convertirnos en cómplices de una tendencia equivocada: La de acelerar los tiempos sea como sea.
Una manera de que los padres puedan ver este error de forma práctica es la de mirar a los chicos de su club ( en entidades grandes con mayor número de alumnos es más fácil de comprobarlo) y pensar quienes eran los Benjamines (-10 años) más destacados hace tan solo 4-6 años atrás y cuantos de ellos aún dominan en sus actuales categorías, o cuantos aún entrenan con ganas, o peor aún, cuantos han abandonado el deporte.
Y así llegaremos a la conclusión de que asfixiarlos con entrenos, clases particulares, torneos individuales y por equipos a tan corta edad, lo único que hace es saturarlos de un deporte hermoso que pueden jugar toda su vida.
Muy claro y bueno….