Pancho Alvariño, coach y fundador academia TenisVal. «El tenis femenino es más emocional que el mascunilo. Hay que saber escuchar y dialogar»
El tenis femenino ha sido generalmente el pariente pobre del masculino. Se ha vendido en muchas ocasiones más imagen que resultados deportivos. Pocas veces, han coincidido al mismo nivel ambas líneas. Estamos hablando de un producto donde pesa más el marketing que el plano meramente deportivo. En la WTA tienen claro que hay que cuidar imagen para atraer sponsors y patrocinadores.
El tenis femenino es mucho más emocional que el masculino. El carácter de una tenista es más inestable generalmente que el de los jugadores. Su rendimiento depende más de esas variables. Los entrenadores que trabajamos con tenistas, tenemos que aprender a escuchar y entablar una relación diferente, sobre todo en la manera en la que te comunicas y lo que quieres conseguir de ellas. El secreto es escuchar. No hay que ser duro ni exigente. Si queremos transmitir, ese no es el camino. El aspecto mental es muy importante. Es importante que lo que pasa fuera de la pista, no se lleve a la pista.
Estoy totalmente de acuerdo con Budo. Es muy importante el lenguaje que utilizamos, el diálogo… El peso que tiene este aspecto es mucho mayor que en el caso de los hombres. Las tenistas buscan más protección; tienen más dudas..son más inseguras.
La lógica diría que una mujer debería entender mucho mejor a las jugadoras porque tiene una vivencia más cercana pero la realidad nos demuestra que hay pocas mujeres entrenadoras y las chicas prefieren entrenadores hombres. Yo, en cambio, no diferencio. Creo que es una cuestión de calidad, de conocimientos y de entender lo que es necesario transmitir a las jugadoras.
Una escuela de competición no es un negocio. Siempre he mantenido que una escuela de competición es lo menos rentable que existe porque la estructura que necesita es muy cara y también es muy cara para los jugadores. Además, los jugadores se mueven mucho y no hay tantas academias de competición en España.
Lo más importante, como en tantas cosas de la vida, es dar un buen servicio, ser profesionales en todo el sentido de la palabra y también, por supuesto, tener referentes, jugadores que puedan ser el buque-insignia del proyecto. En España vivimos mucho de los tenistas extranjeros. Para ellos, nosotros somos referencia en el tenis de formación. En TenisVal tenemos un proyecto muy profesional, contamos con socios de primer nivel como Prince y un buen equipo de fisios; preparadores físicos…intentamos estar a la última en todo lo que signifique innovación.
Es complicado saberlo. El tenis es un deporte individual. Para mi, lo básico es adecuar el patrón de juego a las características del jugador al que entrenas. En TenisVal, lo que ‘vendemos’ es trabajo, experiencia en la alta competición. Nosotros conocemos el circuito a la perfección. Tenemos mucha calidad en el cuadro de entrenadores y, a partir de ahí, trabajamos de una manera individualizada. Nuestro objetivo es acertar con cada jugador con el entrenador adecuado. En nuestra academia entrenan David Ferrer, Sara Errani, Dani Gimeno, Paula Badosa, Sara Sorribes…
La tuve. Dinara Safina. Durante seis años, de los 13 a los 19. Ha sido la jugadora de más potencial con la que he trabajado. También tenía mucho nivel Cristina Torrens, que llegó a ser treinta del mundo.
Yo no las pondría límites. Tienen que ir paso a paso. Su objetivo debe ser evolucionar diariamente. Eso sí, te adelanto, que van a jugar bien.