
Esto sucede con algunos adultos y niños cuando les preguntás ésto:
¿Has comido verduras, frutas o pescado alguna vez? SI, solo una vez pero NO me gustó.
¿Has jugado al tenis alguna vez? SI, solo una vez pero NO me gustó.
En algunas ocasiones nunca han probado las verduras, frutas y pescados y tampoco han probado jugar al tenis y dicen que NO les gusta.
Hay muchísimas verduras, frutas y muchísimos pescados diferentes, la gracia es saber cuál de ellos les puede gustar y después estrujar tu cerebro como entrenador para hacer una magnífica receta para que salga muy rico y les motive a probar otra vez.
Si conseguimos acertar con esa verdura, esa fruta o ese pescado y con la receta, tendremos a un comensal que poco a poco le irán gustando por lo menos algunas verduras, algunas frutas y algunos pescados.
Nuestra labor como entrenadores es crear y tener cientos de magníficos menús, para encontrar rápidamente cual es el que más le puede gustar al alumno y de esta forma tenerlo con ganas de volver a la pista para ir probrando el mismo menú e ir poco a poco ofertando mejores menús que le hagan tener ganas de comer.
Es un trabajo que requiere de mucha psicología, corazón e ilusión y por ello los buenos entrenadores de tenis consiguen que muchos adultos y niños que decían NO al tenis, ahora estén jugando con mucha ilusión y dedicación.