





Periodista deportivo. Madrid. Aquí, reportajes y entrevistas desgranando la actualidad tenística.
Siguiendo la ATP, la WTA… Y la ITF
Horas antes de confirmar el apabullante dominio de Rusia en las competiciones por equipos en 2021 (campeones de ATP Cup, BJK Cup, Copa Davis y varias medallas en Tokio), la organización de la Copa Davis ha desvelado los enfrentamientos de marzo de 2022: fase clasificatoria para las Finales 2022, play-off Grupo Mundial I y II. Cada país sabe ya lo que deberá hacer para cumplir sus objetivos. Y, también, se han desvelado las dos naciones agraciadas con una invitación.
Vamos por partes. Empecemos por las invitaciones. Recordar que los requisitos para recibir una invitación: bien estar en el top50 o bien tener un tenista en el top10 en las clasificaciones publicadas tras las Finales ATP. Las principales candidatas eran las naciones que, cumpliendo los requisitos, habían jugado los cuartos de final esta semana: Alemania, Serbia, Gran Bretaña o Italia.
Finalmente, los billetes que libran de la fase de clasificación en marzo han sido para Serbia y Gran Bretaña. Ambas, junto a las finalistas Rusia y Croacia son los cuatro países que ya tienen plaza en las Finales 2022. Serbia cumple los dos requisitos (es la séptima en la clasificación y tiene a Djokovic como top10) y Gran Bretaña solo cumple uno (número 10 en el ranking de la Copa Davis). Los británicos habrán jugado las tres fases finales de la nueva Davis sin pasar por la fase de clasificación gracias a dos invitaciones (2019 y 2022) y las semifinales de 2019 (que entonces valían para la clasificación directa, ya no).
Fuera de las dos invitaciones, 24 países jugarán la fase de clasificación en marzo de 2022. Se trata de los 14 equipos que ni han llegado a la final ni han recibido invitación y los 10 ganadores del play-off del Grupo Mundial.
Los enfrentamientos, con formato local – visitante son los siguientes (el local primero): Francia – Ecuador, España – Rumanía, Finlandia – Bélgica, EEUU – Colombia, Países Bajos – Canadá, Brasil – Alemania, Eslovaquia – Italia, Australia – Hungría, Noruega – Kazajistán, Suecia – Japón, Argentina – República Checa y Korea – Austria. Francia, España, EEUU, Canadá, Alemania, Italia, Australia, Suecia y Argentina deberían estar en las Finales con pocas dificultades. En el caso español, el sorteo le ha deparado recibir a una Rumanía cuyo mejor tenista individual es Marius Copil (276) y solo tiene dos raquetas en el top500. La principal amenaza rumana se llama Horia Tecau, 17o clasificado en dobles. Tecau y Mergea llevaron al tercer set a Rafa Nadal y Marc López en la final de dobles de los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Aunque el equipo español no contase con sus principales raquetas, el triunfo es casi obligatorio. Una derrota sí que se podría clasificar de fracaso. El triunfo da el billete directo a unas Finales 2022 que, aunque en su esencia siguen siendo
iguales (sedes neutrales y en una semana), cambian varios detalles que hay que tener en cuenta.
Lo primero es que pasan de seis grupos de tres a cuatro de cuatro. Se elimina la clasificación de las dos mejores segundas. Se meterán en cuartos de final los dos mejores de cada grupo. Y en el grupo se disputarán tres series (no las dos actuales). Es por ello que en este 2021 los semifinalistas no tienen billete directo a las Finales (Serbia lo ha obtenido, pero por invitación).
Otro de los cambios para el año que viene es el número de ciudades sede. Todos los rumores apuntan a que Abu Dabi (capital de los Emiratos Árabes Unidos) será sede desde los cuartos de final hasta la final. La ITF no lo ha confirmado. Cada uno de los grupos se disputará en una ciudad. Este 2021 cada ciudad sede (Madrid, Insbruck y Turín) han acogido dos grupos y las eliminatorias han sido en Madrid.
El torneo cambió radicalmente de 2018 a 2019 y en las tres ediciones que se han disputado o diseñado (2019, 2021 y 2022) han experimentado cambios donde se intuye el interés de la organización por adaptarse a las necesidades. El viaje (si se confirma) a Oriente Medio será la confirmación de la organización de dar un espacio mayoritario a la inyección económica.
Que la competición necesitaba un cambio era evidente. Tanto como que los cambios introducidos y sus distintas variantes (una sede, varias, 18 o 16 equipos, formas de acceder a la fase final) no dejan de tener detractores y defensores. Ya han concluido dos ediciones (deberían haber sido tres, sin la suspensión de 2020 por la pandemia) y vamos a por una tercera que ya tiene parte de su camino diseñado.