El Grand Prix Hassan II es un superviviente, una ‘rara avis’ dentro del marco del ATP World Tour, el lujoso circuito que los gestores del tenis profesional diseñan cada año. De los 65 años que están previstos disputar este año, el evento de Casablanca es el único que se celebra en África. Un dato que contrasta poderosamente con la profusión de torneos que la ATP ha ido ‘instalando’ en los últimos años en Asia y Sudamérica, las dos zonas de ‘prioridad alta’ para el negocio del tenis. En América del Sur se celebrarán esta temporada un total de seis eventos, dos de ellos, en Brasil y Colombia, de nuevo cuño mientras que en Asia la cifra de eventos previstos suma ocho. Dos de ellos, incluso, el Shanghai Rolex Master y el Dubai Duti Free tiene el sello de calidad de ‘mejor torneo de su categoría’.
África, en cambio, no existe. Desaparecido el torneo de Johannesburgo, que se disputaba en Sudáfrica, el banderín de enganche del tenis africano es el Grand Prix Hassan II, un torneo de categoría 250, la menor posible en el escalado de la ATP y más que modesto en comparación con el lujo que suele ser la nota dominante en el World Tour. El Grand Prix lleva el nombre del anterior rey del reino alaui, Hassan II, padre del actual monarca, Mohamed VI. Es un evento propiedad de la federación marroquí de tenis que preside Laraichi, con una dotación económica que no alcanza los 430.000 $ y un portafolio de patrocinadores escaso y muy local en comparación con el resto de torneos del circuito. En este sentido, el principal soporte financiero del evento es el BCMI, un banco ubicado dentro del grupo BNP Paribas, uno de los mayores sponsors del tenis y al mismo tiempo, entidad financiera con numerosos intereses en el norte de África por lazos históricos. Es un evento diseñado con una gran intención de servir de revitalizador turístico a la zona.
El resto de patrocinadores son más bien institucionales, con poco apoyo del sector privado. El Grand Prix Hassan II se disputa en el Complejo deportivo Al Amal, en Casablanca, un espacio podeportivo cuya pista central tiene capacidad para 5.500 espectadores. Se lleva disputando desde 1984, primero como Challenger y ya dese la década de los 90 y en Casablanca como ATP 250. Cumple su treinta edición. En su etapa ATP, el primer ganador fue todo un número uno del mundo, el austriaco Thomas Muster.
Casablanca es territorio propicio para hombres como Bogart pero también para los tenistas españoles. La Armada ha ganado en siete ocasiones, las tres últimas de forma consecutiva. En los últimos tres años han sumado Pablo Andújar en dos ocasiones y Tommy Robredo, campeón el año pasado.